Como si los cuartos le sobreararan para dispendios incensarios, el país deberá gastar la friolera de casi 1,500 millones de pesos para que los partidos políticos realicen sus procesos de primarias de cara a las elecciones del 2020.
De la ruidosa suma, las agrupaciones políticas apenas cubrirán un 16 por ciento, 200 millones de pesos, y concretamente lo harán, proporcionalmente, las cuatro que actualmente reciben mayores recursos de financiamiento oficial.
Según lo dispuesto por la nueva ley de partidos políticos, las primarias deberán celebrarse en octubre de este año. El referido monto fue dado a conocer este martes por el Pleno de la Junta Central Electoral, que sostuviera una reunión con los delgados de los partidos para discutir sobre el particular.
Según se informó, la representación de las distintas agrupaciones políticas favoreció contribuir con el aporte de 200 millones de pesos.
Este martes, el pleno de la JCE se reunió con los delegados de los partidos políticos para tratar sobre los montos a ser aportados por cada organización política, a lo que los representantes de dichos partidos se manifestaron de acuerdo.
Los partidos se tornan, cada vez más, en una carga costosa para la economía del país, lo que en lo adelante se agravará con la gran cantidad de recursos que deberán ser invertidos en cada proceso electoral para el tema de las primarias internas.
Solo el pasado 2018, por vía de la Junta Central Electoral el gobierno desembolsó para estas agrupaciones la importante suma de 1, 260 millones de pesos.
Los partidos que alcanzaron más del 5% de los votos válidos emitidos en las elecciones de mayo de 2016, PLD, PRM, PRD y PRSC, recibieron 250 millones de pesos cada uno.
Para este 2019 están presupuestado unos 1,506 millones. La Ley 275 del 21 de diciembre de 1997 establece la entrega de (0.25%) para año no electoral y un cero (0.5%) para año electoral, de los ingresos correspondientes a la fuente general (100) para los partidos políticos.
A pesar de que con frecuencia se critica que la casi generalidad de los partidos no justifica en que invierte los cuantiosos recursos que recibe, desde el Estado ha habido poco esfuerzo para que el capítulo sea transparentado.
Lo peor sobre el particular es que una buena parte de estos ni quisiera tiene locales abiertos en el país y son casi desconocidos los programas de formación que implementan hacia lo interno, pero a la vez aquellos orientados al beneficio de la sociedad.